GRUMALE

Por Logan

Hace poco me plantearon una pregunta comiquísima, desde mi punto de vista, una pregunta que se le hace seguramente a todas las mujeres: ¿te gustaría tener hijos? Dependiendo de la persona que me lo pregunte, elijo dos opciones: poner cara de seriedad y reflexión profunda o botarme de risa y pedir que me cuenten el siguiente chiste. La primera opción la aplico con tíos, gente que apenas conozco o amigos a los que dejé de ver hace tiempo y que ya tienen mínimo, dos vástagos. Al ser cuestionada por alguno de los anteriores, irremediablemente diré: sin duda debe ser algo extraordinario y maravilloso, sin embargo, creo que éste no es el momento adecuado para mí, hay tantas cosas que quiero hacer antes de tomar una responsabilidad tan grande… Es decir, ésta es la clase de respuesta que le doy a la gente que sólo hace inferencias sobre mí, pero que no me conoce.

A las personas con las que me desenvuelvo en total libertad y confianza, puedo responderles algo así como: ¿Bromeas? ¿Qué acaso crees que estoy loca? There’s no way… IN HELL.

No, no, no y mil veces no. Admiro a las personas que deciden aportar un nuevo habitante al planeta Tierra, pero no soy una de ellas, por múltiples razones. He notado que mi reacción frente a un pequeño dista de ser la que los demás esperan. A menos que se trate de la pequeña de una de mis mejores amigas, mi actitud cae en la categoría de indiferencia. Si me presentan al más reciente miembro de la familia (hijo de algún primo), lo más que pueden esperar de mí es que alce ambos pulgares y les complazca diciendo: es lindo. Eso impulsa a mis tías a mirarme con la orden de cárgalo, ante la cual hago caso omiso. Y es que ¿sólo por ser mujer debo reaccionar automáticamente ante la presencia de un recién nacido y deshacerme en ternezas hacia él, o si es mayor, hacerle caras tratando de sacarle una sonrisa? De ningún modo. Cuando le conté esto a una amiga, respiró aliviada y dijo: Oh, gracias a Dios…¡pensé que eso sólo me pasaba a mí!

No me imagino, por otro lado, levantándome a las tres de la mañana a preparar biberones o cambiar pañales. No me convence la idea de angustiarme porque el bebé tiene gripe, o porque no come lo que debería. Ésa clase de tormentos y yo no nos vemos bien juntos.

Sin embargo, creo en el derecho de que quien quiera tener un hijo puede hacerlo. Sobretodo, creo que si una pareja homosexual desea procrear, no debe haber obstáculo alguno que se lo impida. Sabemos perfectamente que la estructura familiar puede tener las piezas del tipo y color que sea, en tanto genere un clima de amor y confianza apto para la formación de un ser humano. Dar a conocer esto es especialmente importante para nosotras, lo cual no ha pasado desapercibido para GRUMALE, Grupo de Madres Lesbianas, una asociación civil sin fines de lucro que desde 1986 se ha dedicado a promover el respeto a las familias que cuentan con dos mamis.

GRUMALE busca impulsar el desarrollo de una cultura sobre maternidad lésbica, estableciendo lazos de solidaridad entre las lesbianas, tengan o no hijos. Su objetivo principal es crear un espacio de encuentro para mujeres lesbianas y, a partir de ahí, las que sean madres pueden tener un lugar donde intercambiar experiencias acerca de las diferentes problemáticas a que se enfrentan en una sociedad discriminatoria como la nuestra, buscando alternativas de solución. La convocatoria es abierta, no sólo para lesbianas que sean madres, y aun cuando algunas de nosotras no pretendamos en el futuro formar una familia, es importante que apoyemos la causa de quienes sí quieren hacerlo, ayudándoles a crear un ambiente menos excluyente.

E incluso no deberíamos descartar la idea de que lleguemos a cambiar de opinión. Personalmente, no creo que algún día decida embarazarme, por ejemplo, pero podría llegar a hacerme cargo de algún pequeño. Prefiero cuidar a una persona que ya se encuentre en este mundo y que probablemente ha pasado los cinco años de su corta vida deseando tener un hogar, amor, alguien que lo arrope y proteja. Me parece que ese lazo podría ser muy especial.

¿Comentarios, dudas, quejas o sugerencias? Ya saben dónde encontrarme.

See you next time

PD: Todas aquellas que deseen más información sobre GRUMALE, cómo trabajan y cómo contactarlas, pueden visitar su página: http://grumale.8m.com/, o si lo prefieren, llamar al 044 55 10 23 98 17.