La genética a favor de las lesbianas:
UN MUNDO SIN ESPERMA
Un controversial estudio vio la luz: las parejas lesbianas pueden tener hijos propios. Kaguya, una ratona que nació fruto de la fusión de dos óvulos, es considerada un hito de la biotecnología. Ahora se abre todo un debate, donde antiguos prejuicios van quedando atrás.
Por Jorge Díaz - Colaborador Disidencia Sexual
El sueño lésbico se ha hecho realidad. Las nuevas tecnologías y el refinamiento de los métodos de la biología molecular han permitido que naciera Kaguya, una ratona que es fruto de la unión de dos óvulos. Ahora Kaguya, como la denominó el equipo de la Universidad de Agricultura de Tokio a cargo del Dr. Tomohiro Kono en abril del 2004, abre todo un debate que va más allá del hermético mundo científico y amplía una discusión donde las minorías sexuales van a tener una voz fundamental.
En casos como el de Kaguya, el óvulo no sufre el proceso que determinaría la pérdida de la mitad de su material genético (meiosis) y continuaría la formación de un individuo completo por su activación debido principalmente a factores medioambientales.
La clave está en la "impronta" o sello que cada uno de nosotros lleva, es decir, el material genético que proviene tanto de la madre como del padre. Ahí existen ciertos genes que son "silenciados" diferencialmente durante el proceso de formación de los gametos, lo que permitiría la "virtual" fusión de los pronúcleos y la formación del embrión.
Lo que hizo el Dr. Kono fue eliminar de uno de los óvulos los genes H19 e igf (involucrados en el crecimiento fetal), emulando esta impronta tal como ocurre en el espermatozoide. De esta forma al fusionarse el óvulo "silenciado" con el óvulo normal, existió una completa compatibilidad, lo que determinó que este cigoto fuera implantado y finalmente naciera.
El problema es la baja efectividad del proceso, ya que de 371 ovocitos "rearreglados", sólo dos llegaron a nacer (el 0.6%), de los cuales sólo Kaguya llegó a estado adulto y obtuvo descendencia fértil.
Lesbomaternidad al debate
Para el Dr. Kono, el énfasis de su investigación es el uso terapéutico de "células troncales o madres" que sólo se encuentran en el embrión y que permitirían la formación de cualquier órgano. De este modo se podría terminar con enfermedades incurables como la diabetes, las paraplejías, el alzhaimer y ciertos tipos de cánceres, en desmedro de la posibilidad de que los embriones terminen su proceso de desarrollo.
Pero ¿por qué no se tiene como directriz del estudio la esperanza de la formación de hijos para parejas de lesbianas? Principalmente por la visión heteronormativa que existe. Esto porque hasta el momento la fusión de dos ovocitos no determinaría la formación de un "ser humano", lo que viene a tratarse de un asunto de definiciones.
Entonces, al no ser un humano, se utilizaría este "constructo genético" como una posible fuente de tejidos y posteriormente órganos que ayudarían a salvar la vida de seres creados "naturalmente".
La utilización de células madres provenientes de un embrión fecundado es un tema que está siendo legislado en muchos países, permitiendo el control en el manejo de la técnica. De hecho, la Unión Europea promulgó leyes desde el año 2000 que controlan ciertas prácticas al tiempo que promueven la clonación terapéutica e insta a los científicos a continuar en el estudio de estas mismas.
Pero lo que conmocionó al mundo científico fue el veto que hizo el presidente Bush en abril del año pasado, cuando prohibió y quitó todo financiamiento a los laboratorios que utilizaran embriones humanos para sus estudios porque a juicio de él “cruza las fronteras de lo moral”, según afirmó.
Sin embargo, Kaguya podría burlar todos las resquicios legales y permitir que estos embriones sean destruidos para la formación de órganos y tejidos ya que esencialmente -y como lo establece la legislación de dicho país- un embrión es el “fruto” de la unión de un espermatozoide con un ovocito, lo que en esencia Kaguya no es.
Un asunto de "moral"
Los grandes dilemas para permitir que estos ovocitos “re arreglados” terminen su proceso de desarrollo provienen de las fronteras culturales, morales y legales de los países en los cuales la técnica se ha estado desarrollando. “Existe miedo de la gente en este tipo de estudio por las grandes restricciones legales que se imponen” dice el Dr. Richard Scott, director del centro de reproducción alternativa en New Yersey en una entrevista al diario electrónico Gaynews a propósito del caso de Kaguya. Él advierte que al nivel que estas investigaciones están avanzando podríamos dentro pocos años contar con una técnica refinada que permitiera la formación de hijos de parejas homosexuales.
La bioética ha cumplido, sin embargo, una importante labor en regir y fiscalizar el quehacer científico y ha procurado que ante cualquier investigación exista un completo respeto hacia el individuo de experimentación, para que no vuelva a suceder tragedias tan horribles como fue la prueba en seres humanos durante la Segunda Guerra Mundial, donde se les torturaba, inoculaba enfermedades con la finalidad de controlar y registrar los límites hasta donde el ser humano soportaba.
Es entonces complejo definir esa línea en la cual se permite o no la investigación, y aquí el experimento de Kaguya tiene mucho que aportar, ya que estamos hablando de conceptos que deben cada vez ser redefinidos para poder avanzar y conectarnos con la trepidante velocidad a la que avanza la biología.
Si en una sociedad como la nuestra donde la homoparentalidad aún es un tema "en pañales" la ciencia nos demuestra que sus niveles de aceleración y posibilidades tecnológicas permitirán antes de lo que pensamos la realización de los que muchos anhelan, permitiendo que el fruto de la ciencia llegue como un regalo para todxs.
El origen del nombre Kaguya
Kaguya es un nombre tomado de la mitología oriental. Se trata de una niña que nace del tronco de un bambú y es entregada a un par de ancianos que, por cuestiones fisiológicas, ya no pueden engendrar hijos. De esta forma Kaguya se transforma en un regalo para quienes la naturaleza no les permite procrear. Así, esta metafórica ratona estaría permitiendo que en un futuro próximo las parejas de lesbianas puedan dar a luz a hijxs que serían fruto de la recombinación génica de ambas madres.
Fuente: http://www.cuds.cl/articulos/27marzo08kaguya.htm
5 comentarios:
Cosa que no se hubiera podido dar sin tantos heterosexuales que pusieron su granito de arena para crear a las mentes maestras de la biología, la inmensa mayoría, hombres... (siento decirlo señoritas, pero la ciencia nos demuestra que somos superiores a ustedes)
Anónimo no sabes como te equivocas en decir tal comentario... No tienen nada que ver los heterosexuales con el avance de científicos para dar hijas/os a lesbianas... Absolutamente nada.
Dices ser superior por ser hombre... pero fíjate que tu pequeño aparato masculino ha sido reemplazado por dildos que dan mucho mas placer que tu miembro propio, no sabes lo que es tener el aparato reproductor femenino, lo rico que se siente que entren en ti con las manos... y creo que no hace falta ser mas explícita.
No creas que eres genial y superior porque tienes un pedacito de carne colgando... Solo hablas con dolor y te pica y jode que ya no dependamos de espermas para tener hijas hermosas o hermosos como lo somos nosotras mismas.
Espero que te vaya bien con tu pedacito jajajaja (que asco) xD
Ah y "gracias"xD por haber fecundado el óvulo con otro óvulo!
Bravucón!
Vivan las lesbianas!
Cada vez nos avalan noticias a cerca de nuestra superioridad a los hombres australopithecus !!!
100% de acuerdo con XR, yo no lo habría dicho mejor ^^
Por culpa de "hombres" (por no llamarlos animales) como el anónimo de arriba, es por lo que algunas mujeres llegan a pensar que no son nada sin un hombre al lado.
Y perdona que te saque de tu error, "anónimo", pero sólo estoy en bachillerato y ya sé que biológicamente, las mujeres somos superiores, pues tod@s l@s profesores/as de biología/ciencias naturales/ciencias para el mundo contemporáneo que he tenido, han dicho lo mismo. Y, además, las mujeres vivimos más años según las estadísticas por si no lo sabes.
¡ja! ¡Y encima luego habrán hombres que se extrañen de que las mujeres seamos lesbianas o bisexuales! Si es que habría que cortarles sus miserias por bobos... ¬¬º
*Luna*
Entonces la solución que proponen las las comunidades lésbicas a la actual decadencia social es la total supresión del género masculino, o bien su discriminación y odio?
No se dan cuenta que tanto los unos como los otros somos seres humanos y no puede haber un mundo ideal si se voltean los papeles, no les parece que un giro de 360 grados sería volver a lo mismo o incluso peor?
Yo soy hombre,heterosexual, amo a las mujeres, no siento ningún tipo de rechazo hacia ellas, y pienso que ni el dildo más sofisticado del mundo puede llegar a reemplazar el vínculo maravilloso que produce la conexión entre las cientos de miles de terminaciones nerviosas presentes entre el pene y la vagina, producto de millones de años de perfeccionamiento.
Así que no son "carne colgando", "pedacitos" o "miserias" es muy triste e ignorante hablar con esos argumentos tan pobres,infundados, y cargados de odio... hablar de esa forma produce vergüenza ajena en lesbianas inteligentes y respetuosas con las inclinaciones sexuales de los demás.
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