viernes, 1 de mayo de 2009

Camino Libre: Breaking news!!!


Breaking news!!!

• ¡Mi No-Ex se ha convertido oficialmente en mi ex!: Logan

Así es, damas y señoritas, Logan informó AYER en un comunicado que su no-ex lo es ahora, por completo. Así sucedieron los hechos:

Viajé más de mil kilómetros. En el transcurso, miré al cielo, inhalé profundamente, sentí nervios al saber que me dirigía hacia un lugar al que una vez llamé hogar. Esta vez, sin embargo, todo era diferente, porque la incertidumbre de lo que iba a suceder me consumía. Ella no estaba ahí cuando arribé. Llegó tarde, por mil razones. Alcé la ceja ligeramente.

Los primeros dos días fueron igual que entrar a una dimensión desconocida. Todo estaba ahí, igual pero con un matiz diferente. La sala, el comedor, la habitación que compartíamos, nuestras cintas favoritas, el X-Box. La cotidianeidad fue tan natural en un momento previo de nuestra vida, pero se aparecía ahora como algo insoportable; yo estaba ahí para platicar, con ella, no para escucharla conversar tres mil horas por teléfono con gente que yo no conocía, que de pronto había entrado a su existencia durante mi ausencia. Y sucedía en ocasiones que, al contestar, el tono de mi ex se transformaba, se volvía dulce. Nadie necesitaba decirme que conversaba con alguien especial.

Y era ella. La que siempre le marcaba, sabiendo que yo estaba ahí: ella. La que poco a poco fue entrando a su pensamiento, por la que yo preguntaba queriendo saber qué estaba sucediendo, y recibía siempre una negativa: “Nada sucede entre las dos”. Mis cejas se arquearon un poco más.

Sostuvimos una, dos conversaciones, quizá tres. La realidad de la situación se dibujaba cada vez más nítidamente. Mis celos y sus negaciones, eran el camino equivocado para una solución. Se sucedieron los días, mi mente se aquietaba hasta que escuchaba: Fulanita de Tal me regaló un boleto para ir a X concierto. Ja! “No, yo no quiero ir, gracias…”

Una noche, compartimos un gran momento. Duró menos de lo que yo habría deseado, porque a mi ex se le ocurrió la gran idea de decirme que Fulanita de Tal le había confesado, cuando supo que yo iba a ir, que tenía sentimientos hacia ella. Mi ex tuvo la amabilidad de contarme (¡finalmente!), que a ella también le gustaba. Ja ja ja. Como si no lo supiera.

¿Por qué no decir la verdad desde el principio? Me encontré escuchando excusas para nada convincentes. ¿En qué momento inició el instante que nos ha traído hasta este punto? Me pregunté.

Fecha del dichoso concierto. Noche. Interior casa matrimonio en trámites de divorcio. Apago la tv después de intentar entretener mi mente con un programa especial de VH1. Pasa una hora, dos, luego tres. Entra la madrugada y el sueño permanece esquivo. La puerta de la casa se abre. Mi ex entra. Abre la puerta de nuestra recámara, se recuesta a mi lado, me abraza. Me pide perdón por el daño que me ha hecho. Yo me inquieto, pero no puedo decir nada. Ella suena más verosímil que antes. El ritmo de sus palabras es tranquilo. Explica que aunque se sienta atraída por ella no están en una relación. ¿Cómo podría, sabiendo que te pierdo a ti, querer estar con alguien más? Sé cómo es ella, y sé que no es lo que quiero para mí. A ti te amo, y si no estoy contigo, mucho menos con alguien más.

No entiendo cómo es que amando a alguien terminas una relación. No es el momento, le escucho decir. Sigo sin entender, las lágrimas escapan de mis ojos. Cada segundo se cierne sobre mí con gran intensidad al sentir su mano sobre la mía, su respiración cayendo sobre mi cuello. Nos vence el sueño. A mí, sólo intermitentemente. Veo con escepticismo llegar el día.

Finalmente sé que debo empezar la ingrata tarea de recopilar todas mis cosas…

La espera de mi presencia en la boda de un amigo común me detiene un día más. Al siguiente, abro los cajones, ataco el clóset. Mi ex regresa a su trabajo después de un breve periodo de vacaciones. Agradezco la soledad y escucho música a alto volumen. Desearía no tener memoria en este momento, y que cada objeto que empaco no me devolviera un momento de dicha que no existe más. Inhalo y contengo mi ser tanto como puedo.

Cierro las puertas. Digo adiós a nuestras mascotas, las acaricio: “Esto no es culpa suya, ¿de acuerdo?” Les sonrío. Ella me espera en la camioneta. Me lleva al punto final.

Viajé más de mil kilómetros. En el transcurso, miré al cielo, inhalé profundamente, sentí nervios al estar de frente con la incertidumbre, que me consume. La vida como la conocía ha terminado…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que triste, ojala que ya estes mejor. Animo

Unknown dijo...

wow!
que forma de plasmar lo que en algun momento todas nosotras llegamos a sentir... y como duele estar en esa situación... es la perdida del gran amor... y pensar que quiza en algun momento quiera volver---- si, que triste!!

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