Presentación del Grupo Lésbico Universitario en el Encuentro de Colectivos Universitarios en torno a las diversidades sexuales

Por: Nadia Rosso

El Grupo Lésbico Universitario surgió hace casi tres años, en una plática de café, mientras disertábamos, un quinteto de chicas y yo, sobre la pobreza de espacios culturales y de esparcimiento para lesbianas. ¿Hay algún grupo lésbico en la UNAM? Pregunté yo, ingenua alumna de primer semestre. Había uno, contestó Lorena Alamilla, co-fundadora del GLU, pero dejó de existir cuando su creadora encontró novia. Fue entonces cuando comencé a pensar ¿Por qué no puede haber un espacio, que conjunte la socialización, con el aspecto político, social y cultural? ¿Por qué cuando se hacen grupos LGBT, se dividen en grupos de encuentro (por buscar una generalización burda) y grupos de reflexión (los cuales, malentendidos, pasan por aburridos o las más de las veces radicales y rojillos, por buscar una generalización aún más burda)?

Así fue como, entre risas y enojos, Alma Cervantes, Lorena Alamilla y yo, comenzamos a darle forma a nuestras ideas, a darles un nombre: El Grupo Lésbico Universitario. El GLU fue pensado, como la frase que se convertiría en su lema poco tiempo más tarde: Un lugar para conocernos y reconocernos como lesbianas. ¿Conocernos y reconocernos? Sí, porque todo aquí presente sabe que aceptarse como disidente sexual implica un proceso de autoconocimiento, en el cual cada uno debe pasar por un proceso de interiorización y replanteamiento de su propio ser, de su propia identidad, para luego reconocerse en ella, es decir, reconstruir su identidad por sí mismo, de acuerdo con su propia experiencia, derrumbando los estereotipos sociales para lograr una identidad con la cual yo me vea en el espejo y me reconozca, y pueda decir: ésta soy yo. Pero en el GLU, este conocimiento y reconocimiento implica que también socialmente es necesario convivir, conocer otras como yo y poder así construir mi identidad más libremente, conocer otras y reconocerme con y en ellas. Porque todos y todas tenemos algo del otro que podemos ver en nosotros mismos y porque la identidad no se construye sólo en la soledad del armario, sino también en la tempestad fuera de él.

Así fue imaginado el GLU. Porque no basta un grupo lésbico de debate político, ni basta un grupo de encuentros lésbicos. Porque lo uno y lo otro son insuficientes para una mente universitaria, integral, el GLU pretende unir ambos cabos, mostrar que no son antagónicos, sino al contrario, deseablemente complementarios. Por ello se necesita un grupo lésbico universitario. Universitario por lo universal, claro está, pero también por todo lo que significa en sí misma la Universidad. Lugar de conocimiento, cultura, crítica, reflexión, y por supuesto, también convivencia. Porque no sólo nos une nuestra orientación sexual, nos une también el deseo de hacer oír nuestra voz, de lograr una sociedad donde no seamos invisibilizadas, donde el estigma y el prejuicio no mermen nuestro derecho a ser diferentes, pero también nos unen el gusto por la cultura y el arte, y el deseo de poder tener acceso a ellos. En el GLU queremos crear un espacio donde nos conozcamos, en un ambiente incluyente, en el cual hay cabida para cualquier ideología, para una convivencia siempre respetuosa, donde se conjunten el debate, la diversión, la reflexión, la cultura y el esparcimiento. Parte importante del GLU, es permitir la convivencia en un espacio de no discriminación, en donde podamos ser nosotras mismas sin represalias, y conocer gente con gustos e intereses afines, encontrar que no somos la única diferente.

Todas estas ideas y anhelos compartimos aquella tarde en el café, y finalmente decidimos darle forma y nombre. A penas empezábamos, y aún no sabíamos a ciencia cierta que depararía el destino para uno más de los muchos grupos universitarios que nacen y mueren durante los ciclos escolares.

Naturalmente, desde sus inicios, encontramos las dificultades de cualquier grupo incipiente: falta de recursos –pues no tenemos financiamiento alguno, todo lo que salga del GLU sale de los bolsillos de sus fundadoras- falta de espacios para reunirnos y realizar nuestros eventos, y lo más preocupante de todo: falta de quórum. Poco a poco hemos ido resolviendo cada uno de los problemas, la censura de nuestros grupos en la red por “contenido inadecuado” que incluía indecentes debates sobre sociedades de convivencia e indecorosas fotografías del GLU en la Marcha Lésbica y los eventos contra la homofobia, la indisponibilidad de un espacio para realizar nuestra “Semana Lésbica”, y la falta de tiempo para organizar los eventos –ya que todas somos estudiantes de tiempo completo-. .

Después del cierre obligado de nuestro grupo en MSN, recuperar a nuestra comunidad no ha sido fácil, pero ahora tenemos un blog en el benevolente blogger, donde publicamos los eventos, y nuestro incondicional correo electrónico de gmail. Por estos medios hemos logrado darnos a conocer y tener un espacio propio para difusión. Además, hemos podido colaborar y participar con otros grupos similares, dando opciones a las integrantes del GLU de conocer otros grupos afines a sus ideas y necesidades particulares.

Pero, por supuesto, los esfuerzos no han sido en vano, el año pasado, tras librar grandes dificultades, finalmente logramos realizar nuestra primera semana lésbica, bajo la consigna “Reivindicando nuestra identidad”. En ella se incluyeron, siguiendo la línea ideológica del GLU, eventos de toda índole enfocados a satisfacer inquietudes diversas: hubo conferencias de académicos, activistas y políticos, respetando y dando a conocer todas las ideologías y puntos de vista; actividades culturales como poesía, música y fotografía, talleres de sexualidad y de sensibilización sobre la discriminación, así como algunos testimonios. Todos los participantes de la semana lésbica brindaron su apoyo y su participación desinteresadamente, pues ninguno de ellos fue remunerado. Este año, estamos buscando de nuevo un espacio para realizar nuestra segunda semana lésbica, y esperamos contar con una concurrencia mayor, pues deseamos convocar a nuevas artistas que deseen dar a conocer su obra en el marco de nuestra semana lésbica, y esperamos que a su vez exista el interés por conocer estas manifestaciones. También están en lista de espera, ciclos de cine lésbico, pues se ha propuesto la meta de conseguir películas de temática lésbica que no hayan tenido difusión en México para darlas a conocer y poder hacer ciclos de cinedebate lésbico., Como grupo universitario, tenemos varios proyectos y propuestas que sabemos irán levando el vuelo poco a poco, y que con el apoyo de otros colectivos se irá facilitando el desarrollo de nuestras actividades, pues es importante también la integración entre los miembros de la comunidad, favoreciendo y respetando ante todo la diversidad.

Así, a pesar de traspiés y obstáculos, el Grupo Lésbico Universitario sigue y seguirá buscando espacios para la comunidad lésbica de la UNAM, integrando todos los aspectos y matices de la comunidad, buscando un equilibrio que nos permita como universitarias, desarrollarnos integralmente, y aunque esto corresponde a cada una, el GLU desea ser un pequeño escalón para lograr que las lesbianas de la UNAM encuentren también, como cualquier otro universitario, un lugar a donde sientan que pertenecen, donde se tomen en cuenta sus necesidades específicas como población vulnerable, y sobre todo, donde no se reduzca a la etiqueta de lesbiana, porque en el GLU sabemos que no sólo somos lesbianas, somos mucho más.